Esta norma se aplica a la sal utilizada como ingrediente de los alimentos, tanto para la venta directa al consumidor como para la fabricación de alimentos. Se aplica también a la sal utilizada como portador de aditivos alimentarios y/o nutrientes. Sujeto a las disposiciones de esta norma, se podrán aplicar requisitos más específicos para necesidades especiales. No se aplica a la sal procedente de orígenes distintos de los mencionados en la sección 2, en particular la sal que es un subproducto de las industrias químicas.