El propósito de la Norma ISO 5725 es el siguiente: a) delinear los principios generales que deben entenderse al evaluar la exactitud (veracidad y precisión) de los métodos y resultados de medición, y en las aplicaciones, y establecer estimaciones prácticas de las diversas medidas mediante experimentos ( ISO 5725-1); b) proporcionar un método básico para estimar las dos medidas extremas de la precisión de los métodos de medición mediante experimentos (ISO 5725-2); c) proporcionar un procedimiento para obtener medidas intermedias de precisión, indicando las circunstancias en las que se aplican y los métodos para estimarlas (ISO 5725-3); d) proporcionar métodos básicos para la determinación de la veracidad de un método de medición (ISO 5725-4); e) proporcionar algunas alternativas a los métodos básicos, dados en las Normas ISO 5725-2 e ISO 5725-4, para determinar la precisión y veracidad de los métodos de medición para su uso en determinadas circunstancias (ISO 5725-5); f) presentar algunas aplicaciones prácticas de estas medidas de veracidad y precisión (ISO 5725-6). 2 Esta parte de la Norma ISO 5725 se ocupa exclusivamente de los métodos de medición que producen mediciones en una escala continua y dan un valor único como resultado de la prueba, aunque este valor único puede ser el resultado de un cálculo a partir de un conjunto de observaciones. Define valores que describen, en términos cuantitativos, la capacidad de un método de medición para dar un resultado correcto (veracidad) o replicar un resultado dado (precisión). Por lo tanto, existe la implicación de que se está midiendo exactamente lo mismo, exactamente de la misma manera, y que el proceso de medición está bajo control. Esta parte de la Norma ISO 5725 puede aplicarse a una gama muy amplia de materiales, incluidos líquidos, polvos y objetos sólidos, fabricados o de origen natural, siempre que se tenga debidamente en cuenta cualquier heterogeneidad del material.