Esta norma se aplica a los términos, requisitos y medidas de protección contra incendios para garantizar la funcionalidad de los sistemas de cables eléctricos en caso de incendio. El campo de aplicación se limita a cables con tensiones nominales de hasta 1 kV. La integridad funcional de los sistemas de cables evaluados según esta norma no cubre una caída de tensión debida a un aumento de la resistencia de los conductores relacionado con la temperatura.