Esta Parte A considera la situación en la que un enlace fijo digital recibe interferencia procedente de ruido radioeléctrico (natural) más una fuente de interferencia no deseada de potencia fijada en 6 dB por encima del ruido natural. Las estrategias actuales de asignación de enlaces fijos suelen estar limitadas por el ruido. Esto significa que el nivel mínimo de señal del receptor bajo desvanecimiento se establece en un nivel particular con respecto al ruido de fondo del sistema y el ruido ambiental. Luego, las asignaciones se planifican de manera que el nivel máximo de una señal no deseada se establezca mediante una relación de protección que dé como resultado que las señales no deseadas estén típicamente aproximadamente 6 dB por debajo del ruido. Este enfoque es relativamente seguro y fácil de definir, pero adolece de no ser óptimo. Para maximizar el número de enlaces que pueden acomodarse en una banda y área geográfica determinada, resulta ventajoso disponer que los sistemas estén limitados por interferencias. En otras palabras, que las señales no deseadas, y no el ruido natural, establezcan el nivel mínimo de ruido ambiental. Esta estrategia plantea la necesidad de evaluar el rendimiento de los receptores de enlace fijo en presencia de señales no deseadas de otros esquemas de modulación, así como de ruido gaussiano.