Esta práctica recomendada por SAE describe un procedimiento para medir las emisiones evaporativas de los sistemas de combustible de automóviles de pasajeros y camiones ligeros. Las emisiones se miden durante una secuencia de pruebas de laboratorio que simulan el uso típico de un vehículo en un área metropolitana durante los meses de verano: (1) Un remojo de 1 hora que representa un ciclo diurno en el que la temperatura del combustible en el tanque del vehículo se eleva de 60 a 84 F. (2) Una carrera de 7 millas en un dinamómetro de chasis. (3) Un baño caliente de 1 hora inmediatamente después de la carrera de 7 millas. El método para medir el peso de los vapores de combustible emitidos durante la prueba emplea trampas de carbón activado conectadas al sistema de combustible en lugares donde los vapores de estas aberturas son absorbidos por las trampas y el aumento de peso de las trampas representa las emisiones de evaporación del combustible. La secuencia de prueba y el método para medir las emisiones son aplicables a vehículos con o sin sistemas o dispositivos para controlar las emisiones de evaporación del combustible. Aunque se han utilizado con éxito con una amplia gama de vehículos equipados con una variedad de dispositivos de control, no deben aplicarse indiscriminadamente a vehículos o sistemas de combustible nuevos o únicos. Por ejemplo, basándose en la experiencia de que las variaciones de temperatura del tanque de combustible en vehículos estacionados siguen a las del aire ambiente, la secuencia de prueba prescribe el calentamiento del tanque de combustible para simular un remojo diurno. Cualquier sistema de control diseñado para alterar la relación entre el combustible y la temperatura ambiente no será evaluado adecuadamente en las secuencias de prueba prescritas.